domingo, 30 de diciembre de 2018

Microplásticos


Los microplásticos están de moda. Aunque la palabra en sí no está recogida en el Diccionario de la Real Academia Española, ha sido elegida palabra del año por la Fundéu BBVA, que es la FUNDación del Español Urgente, promovida por BBVA y la Agencia EFE.
La palabra designa a pequeños trozos de plástico, menores de 5 milímetros. Este plástico puede provenir, tanto de la fragmentación de plásticos mayores (bolsas, etc. que se van rompiendo), o se pueden fabricar directamente con este tamaño, ya que son muy utilizados en productos de higiene personal (jabones, geles, etc) y productos de limpieza (friegasuelos, etc.). ¿A quién no le gusta que su ropa huela bien durante más tiempo?, pues para eso se "encierra" el aroma de nuestro suavizante en microesferas de plástico (ver noticia en El País , en El Español o en La Sexta).



Estos microplásticos afectan al medioambiente y, por supuesto, a nosotros. Seguro que alguna vez has visto una foto de un cetáceo muerto debido a la ingesta de plástico, que le ha provocado una gran obstrucción intestinal, o de una tortuga, pez, etc, con una argolla de plástico de las que sujetan las latas de refresco.

Bueno, pues el microplástico no tiene este impactante efecto, pero es, si cabe, peor. Sabéis cuantas microesferas pueden irse por el desagüe durante una ducha cualquiera, pues entre cientos y miles. Estos resíduos no se eliminan en los sistemas de tratamiento de aguas residuales, debido a su pequeño tamaño, y llegan al mar, donde se lo come la fauna marina, desde el minúsculo plancton, y va subiendo por la pirámide alimenticia. ¿Sabemos quien está en el la parte alta de esta pirámide?. Efectivamente, el Ser Humano, que consume estos peces, o simplemente la sal, porque el microplástico también se encuentra en la sal (ver noticia de National Geographic).

En definitiva, comemos plástico. Recientemente se ha hecho un estudio en el que se ha encontrado plástico en las heces humanas (ver noticia en El País y en National Geographic), y seguro que si se busca en la orina, también se encontraría. En concreto, en este estudio se encontraba, sobre todo, PVC y PET. Ya sabeis que el PVC se usa en las tuberías de desagüe, y que el PET es típico de las botellas de agua y refresco. Los científicos que han realizado el estudio no tienen muy claro de dónde procede el plástico encontrado, pero ahí está.

¿Cómo nos afecta el plástico que nos comemos?. Bueno hay muchas teorías, pero no hay estudios suficientes que las avalen (parece que no interesa saberlo), así que, de momento, no sabemos como nos afecta.

El plástico vino para quedarse, pues tarda en descomponerse entre los 150 años de una bolsa de HDPE, hasta los 1000 años de una botella de PET. Junto con el vidrio y las pilas, es uno de los residuos que más tardan en degradarse y eliminarse, de forma natural.

Puedes investigar sobre los problemas que genera el plástico en páginas como la de Greenpeace o cualquier otra, pero siempre contrasta la información y usa fuentes fiables. ¡Que no te tomen el pelo!

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